Instigada por una ignorancia oculta entre las sombras de mi
ceguera temporal, proyecto el método por el cual emerger del colosal huracán de
bucles infinitos que consigue arrastrar a una gran mayoría. Una contrariedad
insiste en presentarse, obstinada e incesante, en la que dos visiones opuestas
se presentan en mi razón y sensibilidad, provocando ambigüedad en mi
esencia.
A veces una furia atroz aparece para despedazar mis entrañas
y gritar con vigor el sentimiento inexpresable de odio e impotencia ante la abundancia de barbaridades,
de engaños masivos y de inmoralidades juzgadas por mis propios
principios. En esos momentos siento una necesidad, que procede de lo más
profundo, de vomitar todo aquello que ha sido inyectado en mi ser a lo largo de
mi existencia, regurgitar los horrores que se me han incrustado en los huesos
sin ni siquiera haberlos presenciado. Agotada por los perjuicios internos que
la rabia ha dejado, me debilito y caigo en un estanque de aguas opacas en el
cual un silencio incómodo y exasperante retumba en mi cabeza y me ensordece.
Otras veces, más frecuentes, recuerdo el arte. Me refugio en
las bellezas – muchas invisibles – que sutilmente se cuelan por mis laberintos
hasta llegar al alma, y una vez ahí limpian y desinfectan algunas de las
heridas que encuentran. Un tropel de pasiones me inunda y hace danzar más intensamente
el brillo de mis ojos; ilumina y resalta los colores más vivos que me rodean,
en muchos casos eclipsados por los múltiples tonos grisáceos que impregnan este
vasto y burdo territorio de apatía. Recuerdo los mensajes expresados en
acciones que susurran vínculos invisibles de afecto, demostrando la existencia
de lo abstracto, evidenciando que
aquello que no se puede palpar es lo único capaz de llenar los vacíos que la
memoria se empeña en revivir.
Respaldada entonces por optimismos eventuales sigo buceando
a contracorriente por este río belicoso, esperando llegar con vida a zonas más
altas y allí encontrar las verdades – algunas relativas y otras absolutas – que
mi instinto más innato anhela y desea.